Turégano es un municipio de poco más de mil habitantes que se sitúa en el centro de la provincia de Segovia, a pocos km de Santiuste de Pedraza. Además de sus calles, casonas, bonita plaza mayor, palacio episcopal o iglesias; si por algo destaca Turégano es por el hermoso castillo que corona la villa.
Su historia, planta y conservación a lo largo del tiempo, le hacen ser uno de los más interesantes y hermosos de España. Con la peculiaridad de tener en su interior la románica Iglesia de San Miguel. Fue declarado Monumento Histórico Artístico ya en junio de 1931 y se encuentra incluido en la Ruta de los Castillos como el de Pedraza o el de Coca.
El Castillo de Turégano es de raíces celtibéricas, conservándose todavía las torres del antiguo "castrum" romano, y algunas murallas alrededor del antiguo y desaparecido foso del castillo.
Dentro de este poblado amurallado se construyó la primitiva Iglesia de San Miguel. Comenzando el castillo su larga historia, también de construcciones y remodelaciones.
Siglo X: La villa es reconquistada a los musulmanes por el conde Fernán Gonzalez.
Su hijo Garci Fernandez, II Conde de Castilla, lo reconstruye en parte y podría haber sido quien dio el nombre de Turrem Vegam al lugar, erigiendo las tres torres que llevan el nombre de su padre.
Su hijo Garci Fernandez, II Conde de Castilla, lo reconstruye en parte y podría haber sido quien dio el nombre de Turrem Vegam al lugar, erigiendo las tres torres que llevan el nombre de su padre.
Siglo XII: Doña Urraca cede el lugar al Obispado de Segovia.
Siglo XIII: Se construye el templo románico con tres naves.
Siglo XV: Juan Arias Dávila se convierte en obispo, iniciando unas obras, que serán continuadas por los obispos Arias del Villar y Diego Rivera, que darán al castillo el aspecto parecido al actual.
Siglo XVIII: En 1703, se mandó construir la Espadaña, para poner las campanas, anteriormente situadas en la muralla, al pie de la puerta principal. En tiempos de Carlos III, el castillo de Turégano pasa a depender de la Corona, pero es restituido al poco tiempo a la Mitra Segoviana.
Además de fortaleza e iglesia, el castillo ha sido Prisión de Estado, teniendo como prisioneros entre otros, al hijo del Duque de Osuna, al Almirante Aragón y al ilustre primer ministro de Felipe II, Antonio Pérez.
Actualmente está cedido por el Obispado al Ayuntamiento de la Villa por un periodo de 30 años (hasta 2024), principalmente para su restauración. Se celebran todavía cultos religiosos en su interior, y también se han realizado conciertos líricos y otros de música clásica. Posee imágenes importantes como la del Cristo del Humilladero, y es parada obligatoria de las procesiones de Semana Santa.