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sábado, 26 de noviembre de 2011

Aldealengua de Pedraza, Iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción

El municipio de Aldealengua de Pedraza se encuentra en Segovia, a los pies de la Sierra de Guadarrama. Como ocurre con Santiuste, el pueblo de Aldealengua como tal no existe. Aldealengua de Pedraza es un lugar ya desaparecido que estaba situado entre Navafría y Gallegos, como avanzadilla del señorío de Pedraza en su lucha contra los árabes para vigilar y proteger el puerto de Navafría. Perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza de la Sierra, siendo señorío del duque de Frías. Actualmente lo que fuera Aldealengua de Pedraza es un concejo compuesto por los barrios de Ceguilla, Galíndez, Martíncano y Cotanillo. Pero en su entorno se sabe que existieron otras pequeñas poblaciones, hoy ya despoblados, de los que se han conservado sus nombres: Carazo, La Ermita, Guilarme, La Peña, Riachuelo y San Polillo.
No obstante, se conserva la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción situada en un cerro al oeste del barrio más próximo, que es el de Martíncano, en la zona llamada “Las Pasturas”, un paraje idílico, en el interior de un bosque de fresnos.  Es un imponente edificio de estilo románico (s.XII), que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1983. Por su situación se la ha denominado en ocasiones como la Catedral de la Sierra.
Sobre la construcción sobresale su torre barroca que se instaló sobre uno de los ábsides románicos laterales, razón por la cual hoy exteriormente solo podemos ver sus dos ábsides semicirculares de la cabecera, aunque en el interior son tres, adornados con ventanales con arquivoltas. Su planta es cuadrada de tres naves separadas por arcos forneros que descansan sobre pilares. Dentro del templo podemos contemplar su pila bautismal también románica, así como un bello retablo renacentista con pinturas del llamado Maestro de Martín Miguel. También llaman la atención sus capiteles con grandes motivos vegetales.                     

Castillo de Castilnovo, Segovia

El Castillo de Castilnovo o de Galofre, se encuentra a las afueras de la localidad de Villafranca, en el término municipal de Condado de Castilnovo, provincia de Segovia, a unos 8 kilómetros al sur de Sepúlveda y de las Hoces del Río Duratón. Es el propio castillo en que da nombre al municipio constituido por los núcleos poblacionales de La Nava, Torrecilla, Valdesaz y Villafranca.

Es un castillo de tipo mudéjar con características marcadamente palaciegas, situandose en un lugar que no presenta facilidades de defensa, sino en un
llano (incluso en una valle deprimido) rodeado de un cerrado bosque de encinas, álamos, chopos y sabinas. Los materiales de fabricación son múltiples: ladrillo, mampostería y ripio. Su planta es cuadrada y sus muros están coronados por almenas, flanqueadas por seis torres, tres prismáticas y tres cilíndricas, sobresaliendo la abundancia de vanos, dada su finalidad residencial.

Su origen es todavía incierto, Algunos investigadores lo atribuyen a Abderraman I, quien lo fundaría en el siglo VIII, otros se inclinan por atribuírselo a Almanzor en el siglo X. Pero poco queda de aquel origen. Del siglo XII y XIII datan los arcos apuntados del lado oeste del Patio de Armas. Posteriormente, se adosaron las seis torres: las de Solana, Puerta y Vieja, y más tarde las del Moro, Caracol y Álvaro de Luna. Las últimas reformas se remontan a los siglos XIX y XX.

Alojó a los reyes de Aragón, Fernando I y Leonor. Posteriormente Juan II hizo entrega del mismo a su valido, Álvaro de Luna. A la muerte de éste, Enrique IV entregó Castilnovo a Juan Pacheco.
Es adquirido posteriormente, junto con una gran extensión de terreno a su alrededor, por Fernando el Católico, creando así el Condado de Castilnovo para ser cedido como dote a su nieta Juliana Ángela de Velasco y Aragón, primera condesa de Castilnovo, en 1557.
En el siglo XVI alojó a los hijos del rey de Francia, Francisco I, como rehenes, tras la Batalla de Pavía.
En 1859 el príncipe alemán de Hohenzollern, su propietario, se lo vendió a José Galofre, secretario y pintor de Cámara de la reina Isabel II, quien lo restauró y contruyó el ala sur del Patio de Armas.
El castillo ha pertenecido después a los marqueses de Quintanar, quienes lo vendieron a una asociación hispano-mexicana, llamada Castilnovo S.A., que lo utiliza para realizar eventos.

Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931 y su estado de conservación actual es bueno. Se encuentra a unos 20 minutos de Santiuste de Pedraza, visita casi obligada de camino a Sepúlveda y el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Santiuste de Pedraza, historia

Este municipio de la Tierra de Pedraza donde se encuentra el Pajar de Pedraza está formado desde 1847 por los antiguos concejos de Santiuste y Requijada, que aún mantienen su identidad propia. Actualmente, mantienen población La Mata, Chavida y Requijada. Santiuste, el núcleo principal del primer concejo, es un despoblado que se levantaba junto a la iglesia de San Justo (de donde deriva el nombre), que se quemó en 1932. Otras poblaciones también abandonadas fueron Armenteros, Los Casares, Hontanar, Los Iñigos, Rehoyo, Robledillo, y Urbanos en Santiuste, este último repoblado en la actualidad, y Los Álamos, Barbadillo, Cega, Los Hitales, Jimeno, La Revilla, Sietemil, Val de Merque, Valdicuadría y Las Vegas, en Requijada.
El término antiguo de Santiuste se extiende lo largo del valle abierto del río Sordillo, estirándose en una estrecha franja hacia la Sierra hasta alcanzar la Cañada Real Soriana Occidental. El nombre de La Mata se refiere a un bosquete, mientras que Chavida hace referencia al nombre de la persona que encabezó la repoblación y que era de origen vasco. Junto al río Sordillo se encuentra el Molino de Abajo o de Armenteros, que perteneció al común de los vecinos. Santiuste pagaba una renta al monasterio de Sacramenia por obtener agua de un arroyo del término de Santa María de la Sierra.
En La Mata, el edificio más destacable es la antigua ermita de San José, que tras el incendio de la de San Justo fue restaurada y ampliada para convertirse en templo parroquial. Junto a la carretera que une La Mata y Chavida, situada en una hondonada, hay una pradera con potro de herrar y abrevadero. Aquí aparecen las ruinas de lo que debió ser la casa el Concejo.

Arte románico en la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza

Alrededor de la maravillosa villa medieval de Pedraza se concentran una serie de templos y ermitas que tienen como denominador común la sencillez y austeridad, empleando el calicanto como material principal de construcción, aunque también existen casos de gran calidad plástica.

Las iglesias más importantes de la comarca de Pedraza son las ruinas del Monasterio cisterciense de Santa María de la Sierra de Collado Hermoso, la ermita de Nuestra Señora de las Vegas de Requijada y la de San Juan en El Arenal.

Son precisamnte estos dos templos: Virgen de las Vegas y El Arenal (Orejana) las que mejor repertorio escultórico ofrecen en los capiteles de puertas y galerías.Pero también podemos encontrar otras muestras de este románico rural en la iglesia de Aldealengua de Pedraza, las ruinas de la Iglesia del cementerio de Rebollo o los restos de la iglesia de San Justo en Santiuste de Pedraza.
Todas están descritas en este blog.

El martinete de Navafría, museo etnográfico

El Martinete de Navafría (Segovia) es un tesoro etnográfico, un ingenio hidráulico de origen medieval, preindustrial, usado para batir y modelar en cobre. El martinete es movido por la energía hidráulica, mediante la transmisión de la fuerza del agua a una rueda que, mediante su giro, hace rotar un eje que mueve el mazo con el que se golpea y modela el mineral.
Se construyó hacia el año 1.850 y pertenece ya a una larga dinastía de caldereros de cobre. A comienzos del siglo XIX se instalan en Navafría Manuel y Enrique Abán, herreros procedentes de la provincia de Soria, que llevarán a cabo la reforma de las antiguas instalaciones hidráulicas del siglo XVIII, adaptándolas al trabajo del cobre. Gracias a la tenacidad de Victoriano Abán, el último calderero, ha llegado hasta nuestros días el único martinete para batir cobre que se conserva en Europa. En la actualidad su hijo Fernando lo ha transformado en un museo, respetando íntegramente el ambiente del taller. Siendo declarado el 17 de Diciembre de 1998 "Bien de Interés Cultural" por la Junta de Castilla y León.
En el conjunto del Martinete se pueden distinguir varias áreas: El área de acceso taller, que se utilizaba para la preparación de carbón vegetal de pino y como lugar de acopio del material usado en el Martinete. El área de captación del agua del río Cega y su canalización hasta el edificio del Martinete.
El área del edificio que alberga toda la instalación y maquinaria, tanto exterior como interior, que constituye el Martinete.
El agua se toma directamente del río Cega, a unos 500 metros del edificio, de una zona en la que se forma una balsa natural y que es conducida a través del canal o caz, hasta un depósito de agua situado a nivel del alero del tejado del edificio. Unos tapones permiten, mediante un sistema de palancas desde el interior del taller, regular el caudal de agua, que incidirá sobre una rueda hidráulica situada bajo el depósito y transformará la fuerza del agua en movimiento.
En el centro de la rueda se engarza el eje labrado en un tronco de pino, que gira con el movimiento de la rueda y transmite al mazo la fuerza necesaria para que se eleve y golpee. El Martillo del Martinete consta de un mango o brazo de madera de pino, labrado en su extremo posterior en forma de plano oblicuo para recibir firmemente los impactos, y un anillo o collar metálico, denominado boga, que sirve de punto de apoyo del martillo al suelo. En el extremo se inserta la cabeza del martillo pilón o macho, con el que se golpea el cobre sobre un yunque, encajado en la roca viva. Con este martillo se va batiendo el lingote de cobre fundido, hasta darle el grosor, forma y medidas adecuadas a cada pieza. El taller es una construcción de mampostería de planta rectangular, cubierta a tres aguas. Tiene una puerta de acceso y un pequeño vano y lucernario, que iluminan escasamente la estancia.
En el Martinete se han venido elaborando fundamentalmente, y siempre con métodos tradicionales, calderas de cobre, así como braseros y calientacamas. Se puede ampliar toda la información, horarios, precios,...en la web: martinetedenavafria.com.
 Para alojarse en la zona nada mejor que dormir en El Pajar de Pedraza

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Rebollo, Ermita de Nuestra Señora de las Nieves



Rebollo es un pequeño municipio segoviano de unos 100 habitantes.

Fuera del núcleo urbano, a un kilómetro, sobre una loma, cercana al despoblado de Valle Encinas, se encuentran las ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Ha sido utilizada durante muchos años como campo santo, por lo que también se la conoce como el Cementerio de Rebollo.

Estos restos corresponden a una pequeña iglesia románica de transición, de finales del siglo XII, principios del XIII, de planta basilical, de tres naves, separadas por arcos formeros apuntados, que apoyan sobre pilares compuestos, rematados con interesantes capiteles románicos de motivos vegetales y animales. La cabecera tiene tres ábsides de planta semicircular.
Conserva dos portadas casi iguales decoradas con motivos de zigzag en relieve.

En 1996 es declarada bien de interés cultural, con categoría de monumento.

Rebollo se encuentra en tierras de Pedraza y muy cerca de Santiuste.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Iglesia románica de Las Vegas, Requijada (Santiuste de Pedraza, Segovia)


Santiuste de Pedraza es un pequeño municipio situado a los pies de la sierra de Guadarrama. Cuenta con unos 120 vecinos distribuidos en cuatro barrios: Requijada, La Mata, Chavida y Urbanos. Lugar incomparable donde respirar tranquilidad y naturaleza, pero también con alguna joya del románico rural, como las ruinas de San Justo y la Ermita de las Vegas.


La Ermita de Nuestra Señora de las Vegas en Requijada es una de las mejores representaciones del románico rural segoviano. Se encuentra solitaria junto a la carretera que nos acerca hasta la Velilla, y que se bifurca allí para llevarnos hasta las medievales Pedraza o Sepúlveda.

Según asegura la tradición en esta bella iglesia románica fueron bautizados los siete Infantes de Lara, basándose para ello en las siete cabezas de jóvenes que se pueden ver representadas en su pila bautismal. Lo que si que es más verosímil es el hecho de que en esta ermita se elegían a los procuradores generales de la Tierra de Pedraza
Parece que comenzo a levantarse en el siglo XI y acoge a la patrona de la comarca de Pedraza, Nuestra Señora de las Vegas
Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1969.
El edificio consta de tres naves y tres ábsides; con galería porticada abierta a mediodía y torre levantada sobre el ábside septentrional.
En el ábside central semicircular, se abre una ventana .
Llama la atención la galería meridional, de siete arcos distribuídos en dos grupos de tres y de cuatro, a los lados de una puerta de dos arquivoltas y guardapolvos.
Los capiteles de la galería muestran centauros, aves, sirenas, cabezas humanas y arpías.
El acceso al templo se realiza a través de una llamativa portada de cuatro arquivoltas decoradas con flores romboidales, ajedrezados, roleos y baquetones; que se apoyan en columnas de capiteles entre los que reconoceremos uno de arpías y leones.
En las enjutas de la portada encontramos a la Virgen en un lado y al Arcángel San Gabriel en el otro. En el interior quedan restos de pinturas murales del siglo XVI.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Orejana, Iglesia románica de San Juan Bautista



Orejana es uno de esos pequeños municipios que se dispersan por la sierra de Segovia. Situado en la comarca de Villa y Tierra de Pedraza. Está compuesto de varios barrios, y como pasa en Santiuste, no existe un nucleo de población como tal, con el nombre de Orejana. Se supone que el desaparecido poblado de Orejana, que da nombre al municipio, se encontraba cerca de la Iglesia de San Juan Bautista. Hoy lo componen las localidades de Orejanilla, El Arenal, La Revilla, Sanchopedro y el La Alameda (despoblado en la actualidad).

La Iglesia parroquial de San Juan Bautista se encuentra solitaria, entre los barrios del Arenal y la Revilla, en una zona de encinas y fresnos. Está al lado de la carretera, de unas minas arenosas ya romanas,  y del cementerio del municipio.

Levantada en los siglos XII y comienzos del XIII, la iglesia que podemos contemplar en la actualidad es fruto de numerosas remodelaciones, pudiendo distinguirse tres etapas constructivas.
A la primera época responde la cabecera que es parte más antigua de la iglesia, siglo XII o comienzos del XIII. De los siglos XVI y XVII, son los arcos formeros que separan las dos naves de la iglesia; mientras que el pórtico y la torre pertenecen al siglo XVIII, época en la que el templo sufre importantes transformaciones, como la conversión del atrio porticado en una tercera nave con cabecera habilitada como sacristía. Una última restauración llevada a cabo entre 1981 y 1983, elimina esta tercera nave devolviendo al templo su primitiva imagen. Fue declarada bien de interés cultural en el año 2000.

El templo en la actualidad se compone de dos naves, torre campanario y galeria porticada. Lo que queda de la época románica es su ábside y la extraordinaria galería porticada, de gran originalidad y finas tallas, que se extiende a lo largo de las fachadas meridional y oeste. Este pórtico, labrado en tierra caliza, constituye uno de los conjuntos escultóricos más ricos del románico segoviano. En su parte sur posee siete arcos sobre columnas geminadas y una puerta de acceso de arco muy agudo. Se conservan prácticamente todos los capiteles de excelente factura, destacando un descendimiento. El pórtico en su tramo occidental presenta una sucesión de cuatro grandes arcos, formados por dos arquivoltas de medio punto, la inferior con baquetones longitudinales y la superior formando zig-zag, presididos por una puerta ricamente decorada. Ésta puerta occidental es un amplio vano de medio punto en la que tres arquivoltas combinan diseños distintos, rematándola una moldura con terminación de pequeñas cabezas humanas.

Además de esta bella joya románica Orejana posee varias Ermitas distribuidas en sus aldeas: La Ermita de San Gregorio en Orejanilla, La Ermita de San Ramón Nonato en El Arenal, , la Ermita de la Magdalena en La Revilla, la Ermita de La Concepción en Sanchopedro, y las ruinas de una antigua iglesia románica en el despoblado de Espíritu Santo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Castillo de Pedraza, Segovia

En la villa medieval de Pedraza podemos contemplar uno de los castillos más antiguos de Europa.

Está sobre una meseta junto al pueblo. La practica totalidad de su perímetro está rodeado de acantilados, salvo en la zona de la puerta de acceso, que se orienta hacia el municipio.

El castillo de Pedraza posee distintas fases constructivas, construyéndose en el siglo XIII y con posteriores remodelaciones. Se trata de una construcion románica con posteriores añadidos y reconstrucciones durante los siglos XIV, XV y XVI. Así en el siglo XV se levanta la torre del Homenaje y a principios del siglo XVI, los Duques de Frías, Condestables de Castilla, reedificaron el castillo, añadiéndole el gran muro defensivo adherido a la torre del homenaje y el muro exterior dotado de cañoneras y un puente levadizo (hoy desaparecido).

En 1926, el pintor Ignacio Zuloaga adquirió el castillo instalando allí su estudio. Sus herederos son en la actualidad los propietarios del edificio, que puede visitarse, y que alberga también el Museo Zuloaga, con una buena muestra de obras del pintor.


                                                                         


Una visita obligada a pocos minutos desde Santiuste de Pedraza.   

Castillo de Coca, Segovia



Coca es una población situada en la zona noroeste de la provincia de Segovia. Fue municipio romano, "Cauca", y allí nació el emperador Teodosio.

Pero si algo destaca en este municipio es su castillo mudéjar. Construido en ladrillo, se sitúa en las afueras de la villa, no sobre un alto, sino aprovechando los escarpes del río Voltoya. Por lo que posee un sistema defensivo triple: un amplio foso exterior (con puente hasta la puerta de acceso), una muralla exterior y otra interior.
El recinto interior es de planta cuadrada y se encuentra flanqueado en sus esquinas por sendas torres, en total cuatro. La mayor es la Torre del Homenaje, que contiene en su interior distintas salas dispuestas en pisos y unidas por una angosta escalera de caracol. De abajo a arriba son: La Capilla, la Sala de Armas y la Sala-Museo. La torre de Pedro Mata sigue en tamaño a la del homenaje, seguramente porque junto a ella protege la puerta de acceso al patio de armas. Las dos restantes son la torre de la Muralla y la de los Peces. Dentro del castillo pueden encontrarse también otras salas como la sala de los Peces o la de los Jarros, así como una mazmorra. Las dependencias se disponen en torno a un patio de armas, constituido por una doble galería de columnas de mármol de orden corintio, y con los pisos y paredes cubiertos de azulejos y yeserías. Aunque el que hoy se puede observar es solo una reconstrucción del original, que fue destruido en 1828.

En cuanto a su historia , fue mandado construir por D. Alonso de Fonseca, obispo de Ávila, tras obtener permiso del rey Juan II de Castilla en el año 1.453. Parece que la construcción finaliza a finales del siglo XV. En el 1462 funciona en Coca una ceca de emisión de moneda castellana y portuguesa que serviría para pagar la mano de obra que intervino en la construcción.
La propiedad del edificio pasó de los Fonseca a la Casa de Alba, quienes en el siglo XIX expoliaron parte de su riqueza a través de la venta. En 1931 fue declarado Monumento Histórico Nacional. En 1954 fue cedido al Ministerio de Agricultura, por 100 años menos 1 día,  para su restauración, y para que se instalara en ese lugar una Escuela de Capacitación Forestal que sigue funcionando en la actualidad.

Más información, visitas, horarios de apertura... en la web http://www.castillodecoca.com/

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Duratón, Iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción



Esta joya del románico rural segoviano se encuentra en una pradera, al lado de la localidad de Duratón; junto al río y la carretera que une esta localidad y la cercana Sepúlveda.

Sus cimientos se levantan sobre una necrópolis visigoda del siglo VI, que albergó en su día más de seiscientas tumbas, parte de las cuales se pueden contemplar en un campo cercano. Esta necrópolis, a su vez, se asentaba sobre los restos de un poblado romano.

Data del siglo XII. El templo es de una sola nave y ábside semicircular. Conserva su estructura original intacta, salvo el pórtico, que se prolongó por el lado occidental, y el añadido de la torre. Posee una extraordinaria galería porticada, con diez arcos sobre columas geminadas así como capiteles historiados de gran riqueza iconográfica y extraordinaria factura. Sin duda son los bellos y finos labrados escultóricos, de escenas tanto religiosas como profanas, uno de los principales atractivos de esta Iglesia . La abundante decoración se extiende también a los canecillos y metopas que recorren todo el templo, así como a los capiteles del interior.

Otra gran obra del románico rural segoviano, que por la finura de sus tallas y el equilibrio de su arquitectura, no debe perderse si se aloja en El Pajar de Pedraza.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sotosalbos, iglesia románica de San Miguel Arcángel

La localidad de Sotosalbos se encuentra a los pies de la Sierra de Segovia, facilmente accesible junto a la N-110, a tan sólo 18 km de la capital. Tranquilo municipio de unos 115 habitantes.
 Aquí se encuentra una de las buenas representaciones del románico segoviano, la Iglesia de San Miguel Arcángel.  El templo dispone de cabecera plana, torre mocha en uno de sus cuerpos y una hermosa galería porticada.
  Siendo lo más destacable del conjunto su pórtico o atrio. Esta galería de siete arcos, tiene tres apuntados y cuatro de medio punto, soportados por columnas geminadas con capiteles historiados de grandes tallas de muy buena calidad. A lo largo de la cornisa de la galería resulta muy destacable la colección de canecillos y metopas.
 En el interior de la iglesia se pueden contemplar restos de frescos románicos del ábside y se venera la imagen de Nuestra Señora de la Sierra, una bella talla gótica del siglo XIII que vino del monasterio del mismo nombre situado en Collado Hermoso.
 A escasos 10 km podemos alojarnos en El Pajar de Pedraza, en la cercana localidad de Santiuste de Pedraza.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Collado Hermoso, Monasterio de Santa María de la Sierra

Collado Hermoso es un pequeño municipio de unos 160 habitantes situado en las faldas de la sierra segoviana. Atravesado por la nacional 110, su mejor patrimonio es toda la natutaleza circundante, ya que está situado dentro del parque natural de Sierra de Guadarrama.
  Es precisamente en las mismas faldas de la montaña, tras adentrarnos por una pista forestal, donde se localiza uno de los principales encantos patrimoniales de la localidad, las ruinas del monasterio cisterciense de Santa María de la Sierra. Es hoy un desolado conjunto de ruinas de propiedad particular, aunque fuese declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.
 El origen del monasterio data de las primeras décadas del siglo XII, cuando tras la restauración de la diócesis de Segovia, el Concejo de la ciudad lo donó al obispado de la heredad de Sotosalbos. En la segunda década del siglo XIII,  pasó a depender de la orden del Cister, viviendo en este época su único y efímero momento de esplendor. Nunca fue un lugar rico ya que durante toda su historia se vio envuelto en numerosos litigios con los pueblos vecinos que aspiraban a poseer sus escasas propiedades, que fueron confirmadas por el Papa Gregorio IX. En el siglo XV ya era manifiesto un declive imparable. El estado cada vez peor del edificio y la reducción progresiva del número de monjes, provocó que perdiera el rango abacial y se convirtiera en priorato del monasterio de Sacramenia. A mediados del siglo XVIII su estado era ruinoso.
  En la actualidad, tan sólo se conservan los restos de la iglesia. Resisten al tiempo sus tres naves sin crucero, los grandes arcos sobre pilares cruciformes y sus bellos capiteles con decoración de aves entrelazadas. En la fachada principal, ceñida por dos grandes contrafuertes, encontramos una portada apuntada con arquivoltas de dientes de sierra y puntas de diamantes y un gran rosetón vacío.
  El inmueble es de propiedad privada y en alguna ocasión se ha mencionado la posibilidad de convertirlo en un hotel. Una verdadera lástima el estado de deterioro y abandono al que se sigue sometiendo este monumento.
 Al lado de Collado podemos pernoctar en un ambiente cálido y rural en El Pajar de Pedraza, alojamiento de alquiler integro.

Navafría, feria de ganado

  Todos los años, el segundo domingo de Noviembre, se celebra en la segoviana localidad de Navafría la tradicional feria de ganado.
 Esta localidad situada a los pies de la sierra tiene en esta cita anual una buena manera de reunir a propietarios y aficionados. Pero también se reunen en el lugar numerosos puestos de alimentación, venta ambulante y de productos relacionados con el mundo equino.
 La feria está organizada por el Ayuntamiento y trata de recuperar el tradicional mercado de ganado equino, asnal y vacuno. Es una de las pocas ferias de este tipo que perduran de ámbito nacional.
 Tiene su origen en la puesta a la venta de los animales, que desde la primavera habían estado pastando y criando libremente en las laderas de la Sierra. En estas zonas se empleaban sobre todo como animales de tiro y de arrastre para la madera que se extrae de los pinares.
 Otro aliciente más para visitar esta zona de la sierra de Guadarrama y alojarse comodamente en El Pajar de Pedraza.